El secreto para tomar el control y crear la vida que deseas

Cuando me dijeron por primera vez que yo elegía absolutamente todo lo que pasaba en mi vida, me quedé en shock. ¿Cómo iba a ser posible? ¿Yo había elegido mis problemas, mis fracasos, mis dolores? Me sonaba absurdo y casi ofensivo. Pero algo dentro de mí no podía dejar de darle vueltas. ¿Y si fuera verdad? ¿Y si de alguna forma yo estaba creando todo eso sin darme cuenta?

Poco a poco, empecé a explorar esta idea desde la curiosidad en lugar de la resistencia. Y ahí fue donde todo cambió. Me di cuenta de que, si yo era quien había creado las partes de mi vida que no me gustaban, también tenía el poder de cambiarlas. Dejé de buscar culpables y soluciones mágicas afuera. Empecé a hacer preguntas, a cambiar mis pensamientos y a elegir diferente. Y la verdad es que, desde ese momento, mi vida nunca volvió a ser la misma.

¿Qué significa ser la fuente de tu vida?

Ser la fuente de tu vida significa reconocer que eres quien crea tu realidad, consciente o inconscientemente. Todo lo que experimentas —tus relaciones, tus finanzas, tu salud, tus logros y tus fracasos— es el resultado de tus elecciones, de tus puntos de vista, de tus creencias y de la energía que proyectas al mundo.

¿Cómo empezar a crear la vida que realmente deseas?

Aquí te puedo dar algunas herramientas que a mí me han hecho una diferencia en la vida. Y aunque no tienen mucho sentido lógico, realmente funcionan. En primer lugar, te presento a una de las preguntas clave de Access: "¿Qué más es posible que aún no he considerado?". Esta pregunta abre la puerta a posibilidades que ni siquiera sabías que existían, sacándote de la mentalidad de víctima de las circunstancias para ponerte en el lugar del creador de tu forma de vivir.

También puedes empezar a cuestionarte, con curiosidad, y sobre todo, sin juzgarte, ¿Cuál es mi realidad? y apúntala. En vez de dejarte llevar por todo lo que "dicen", puedes empezar a descubrir qué es lo que funciona para ti y cuál sería tu realidad si fueras la fuente de tu vida, esto te empieza a permitir vislumbrar las pistas que te permitirán darte cuenta de que eso eres.

Y entonces, cuando reconoces que eres la fuente de tu vida, dejas de buscar validación externa. Ya no esperas que otros te den permiso para ser feliz o exitoso. En cambio, empiezas a hacer preguntas poderosas como: "¿Qué puedo elegir ahora para cambiar esto?" o "¿qué energía, espacio y consciencia puedo ser para crear una realidad más grandiosa?". Y tomas acción, sin esperar que nadie te dé permiso o te valide antes.

Suelta el control y recibe sin juicio

Ojo, no se trata de ser un rebelde sin causa, sino de darte cuenta de que tú sabes lo que es verdad para ti. Una de las cosas que tendemos a hacer es intentar controlar a todos y a todo "portándonos como se debe" o siendo "los rebeldes". La mala (y al mismo tiempo buena) noticia es que cada quien elige lo que elige y tú no puedes obligarlo a nada. Te tengo una propuesta indecorosa: ¿Y si sueltas el control? ¿Y si no depende de ti lo que piense o sienta la gente? Ser la fuente también implica soltar las expectativas y el control sobre cómo deben suceder las cosas. Access enseña que cuando estás dispuesto a recibir todo sin juicio —lo bueno, lo malo, lo feo y lo hermoso—, la vida se expande más allá de lo imaginable. Estás más presente y más vinculado con todo y eso es magia pura en un mundo lleno de distracciones.

¿Estás listo para ser la fuente de tu vida?

Entonces, ¿estás dispuesto a ser radicalmente honesto contigo mismo y reconocer que todo lo que hay en tu vida lo has creado tú? Y si no te gusta lo que ves, ¿qué puedes cambiar hoy?

Recuerda: ser la fuente de tu vida no es una carga, es un superpoder. ¿Qué elegirás crear ahora?